Palestina. Crónica de una tregua que nunca existió

Por Diana Valido Cernuda. Resumen Medio Oriente, 01 de abril de 2025.
Desde el primer momento en que supuestamente entró en vigor el cese de la agresión hasta la fecha actual, se han registrado unas mil violaciones totales por parte de “Israel”.Para el séquito de Netanyahu era solo una pausa, la paz no estaba entre sus planes.
Un alto el fuego significa la interrupción de una guerra en la que cada lado acuerda con el otro suspender acciones agresivas a menudo debido a la mediación de un tercero. Con Gaza, el mundo se sigue equivocando y permitiendo. Aunque los titulares decidieron llamarlo así, realmente en la Franja nunca existió en la práctica un alto el fuego.
Después de más de 15 meses de genocidio contra una población de 2 millones de civiles, el pasado 19 de enero comenzó, aparentemente, un cese de la agresión. Para el pueblo de Gaza y los mediadores árabes, significaba el inicio de un proceso dividido en tres etapas cuyo momento cumbre era la retirada completa de las tropas de “Israel” y el fin de los ataques. Para el séquito de Netanyahu era solo una pausa, la paz no estaba entre sus planes.
Menos de 60 días después del acuerdo entre Hamas e “Israel”, en la madrugada del 18 de marzo el ente sionista bombardeó Gaza y mató a más de 400 personas mientras dormían. No hubo ninguna respuesta armada inmediata de la resistencia palestina que seguía apelando a la diplomacia.
Sin embargo, no fue ese día cuando se rompió el “alto el fuego”.
Desde el primer momento en que supuestamente entró en vigor el cese de la agresión hasta la fecha actual, se han registrado unas mil violaciones totales por parte de “Israel”. Así lo han constatado los medios de comunicación palestinos sobre el terreno.
¿Por qué Benjamin Netanyahu está decidido a reanudar el genocidio? ¿Cuáles son las posibilidades de que llegue a materializarse un alto el fuego real? ¿Qué consecuencias está teniendo para Medio Oriente esta reactivación bélica de Tel Aviv que realmente nunca se detuvo? En este reportaje te contamos.

La paz nunca ha estado en los planes de “Israel”
Cuando el cielo de Gaza volvió a iluminarse por los bombardeos de “Israel” el pasado 18 de marzo, varios medios occidentales se atrevieron a decir que los ataques habían sido en respuesta a la negativa de la resistencia palestina de extender la primera fase del alto el fuego.
La realidad sobre el terreno desmiente esta excusa. Así lo explicó en comunicación exclusiva para esta investigación el corresponsal de Al Mayadeen en Gaza Ahmad Ghanem.
“El movimiento Hamas ha cumplido completamente con la primera fase, liberando a unos 33 prisioneros y entregando varios cuerpos de rehenes retenidos. Sin embargo, “Israel” ha eludido sus compromisos en esta primera fase e incluso se ha negado a pasar a la segunda ¿Por qué? Porque Netanyahu quiere recuperar a todos sus prisioneros en Gaza, sin ofrecer a cambio las concesiones estipuladas en el acuerdo, como la apertura de los pasos fronterizos, la retirada de Gaza y la facilitación del ingreso de ayuda humanitaria”, expresó Ahmad.
Retirar la presencia militar israelí de Gaza significaría el verdadero fin de la guerra, pero eso representaría para Netanyahu un peligro en su supervivencia política. Según Ghanem, el primer ministro de Tel Aviv busca complacer a la extrema derecha en “Israel”, representada por figuras como su ex ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir y el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich,
Luego de la firma del acuerdo de alto el fuego, Itamar Ben Gvir, dimitió, mientras que Bezalel Smotrich, amenazó con seguir sus pasos si Tel Aviv llegaba a la segunda fase. De acuerdo con Palestine Chronicle, el problema de Netanyahu es que su control del poder depende casi por completo de un grupo de leales, junto a fanáticos de los colonos extremistas de línea dura.

- Los miembros de la ultraderecha de “Israel”: el ex ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir y el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich
“Ambos grupos son cruciales para su supervivencia, sin embargo carecen de madurez política y profundidad estratégica, algo que terminó causando enfrentamientos significativos entre los aliados del Primer Ministro israelí y la comunidad de inteligencia junto con el ejército”, destaca el medio de comunicación palestino.
Netanyahu usa la guerra contra Gaza como una forma de mantenerse en el poder en el empeño de desvirtuar sus escándalos de corrupción y la crisis a lo interno de su propio partido.
Antes de reanudar los bombardeos, el gobierno sionista volvió a usar otra de sus armas silenciosas contra los gazatíes: el hambre. A partir del 2 de marzo, impidieron la llegada de ayuda humanitaria, otra clara violación de la primera fase del acuerdo.”
“Desde hace más de tres semanas, “Israel” no ha permitido la entrada ni de una sola caja de medicamentos ni de carne enlatada para los niños de Gaza. Según datos oficiales de la Oficina gubernamental de Información y otras entidades especializadas, “Israel” está utilizando la hambruna como herramienta de presión contra la resistencia palestina”, comenta Ahmad Ghanem.
A solo unos kilómetros de tanta necesidad, esperan en camiones módulos de viviendas móviles, tiendas de campaña para miles de familias sin techo, el combustible para el funcionamiento de un mínimo de servicios. “Incluso han prohibido la salida de pacientes y heridos para recibir tratamiento en hospitales egipcios y de otros países árabes”, denuncia el corresponsal de Al Mayadeen.
Lo que no logran las bombas y el hambre, lo quieren alcanzar quebrando sus mentes. Es por eso, que el régimen de Tel Aviv lanza volantes a la población civil con órdenes de desplazamientos a otras zonas, sabiendo que ni un solo kilómetro de Gaza es seguro. La gente está cansada de huir con lo poco que le queda de pertenencias y familia.
El correponsal de Al Mayadeen en Gaza afirma que una de las estrategias empleadas por el ejército de “Israel” es la distribución de panfletos con amenazas para que los ciudadanos no colaboren con la resistencia palestina, con la advertencia de que nadie los protegerá.
“Al mismo tiempo, estos panfletos han ofrecido incentivos económicos a quienes proporcionen información sobre los prisioneros israelíes en manos de la resistencia. Sin embargo, estas tácticas no han tenido éxito, ya que la sociedad palestina es fuerte y mantiene su apoyo a la resistencia, rechazando cualquier forma de colaboración con el enemigo”, afirma Ahmad.
Acumulando tiempo para matar
Si se analiza la evolución de los tiempos a partir del momento donde comenzaron las negociaciones, teniendo en cuenta los estancamientos diplomáticos y las declaraciones contradictorias de “Israel” que negaba la propia postura de su aliado Estados Unidos, podemos llegar a la triste conclusión de que el régimen de Tel Aviv siempre estuvo ganando tiempo para acumular muertes y materializar sus objetivos.
Por un año y medio, Hamas y las facciones palestinas negociaron con “Israel” a través de Egipto, Qatar y Estados Unidos como intermediarios poner fin a la agresión, defender los derechos palestinos y liberar a los prisioneros.
Sin embargo, los obstáculos para un acuerdo final siempre venían de parte del agresor cuyas condiciones consistían en seguir reduciendo a cero las posibilidades de una vida digna para los palestinos.
El 6 de mayo de 2024, cuando la resistencia palestina Hamas aceptó el marco para el alto el fuego ya sumaban 35 215 los palestinos asesinados. En el momento que finalmente comenzó el breve periodo de tregua, el 19 de enero de 2025, la cifra había llegado a un total 47 724 palestinos asesinados.
Un día después del inicio del alto el fuego, Trump volvió a la Casa Blanca en su segunda temporada. Netanyahu esperó paciente una propuesta que fuera de su beneficio. El republicano, quiso llevarse todos los honores del acuerdo de alto el fuego, a pesar de que esos acercamientos habían iniciado desde la administración anterior.
Pero Trump tenía otros planes entre manos, fue entonces cuando propuso crear la Riviera del Medio Oriente, pero al ver que las naciones árabes y los propios palestinos rechazaron de forma unánime cualquier iniciativa que significara expulsar a los palestinos de la Franja, el premier israelí entendió que solo tenía dos opciones: continuar con las negociaciones que su gobierno firmó o boicotearlas. Los hechos demuestran que escogió la segunda opción.
¿Es posible aún lograr un alto el fuego?
Después de la reanudación de la agresión contra la Franja de Gaza, los mediadores trataron de presentar propuestas para reducir la brecha entre la posición de la resistencia y la ocupación israelí. Según explicó nuestro corresponsal Ahmad Ghanem, Egipto presentó hace unos diez días una propuesta para liberar a cinco prisioneros vivos, además del prisionero israelí-estadounidense Alexander Eidan, unido a 11 cadáveres de los prisioneros fallecidos dentro de cuarenta días. Hamas aceptó la propuesta egipcia, mientras que “Israel” la rechazó.

“Más tarde, los mediadores trataron de contener la situación. Como resultado de los contactos entre Estados Unidos y Egipto, se añadieron enmiendas a esta propuesta de que la resistencia palestina liberara a siete, lo que significa la adición de dos prisioneros vivos más, de modo que el número de prisioneros vivos que serán liberados pasará a ser siete, además de los once cuerpos de los prisioneros de la ocupación en poder de la resistencia palestina”, argumentó el corresponsal.
El nuevo plan fue presentado a Hamas y a la ocupación israelí. La organización de la resistencia palestina, a través de su dirigente en Gaza, Khalil Al-Hayya, informó que aceptaron la propuesta realizada por los mediadores sin entrar en detalles del contenido.
En cambio, los medios israelíes dieron a conocer que el gobierno de Netanyahu había presentado una contrapropuesta de alto el fuego e intercambio de prisioneros, en lugar de aceptar el marco sugerido por los mediadores internacionales.
El periódico israelí Maariv, informó que la última propuesta de “Israel” a los mediadores pide la liberación de 11 detenidos vivos y la mitad de los que han sido asesinados.
Además Benjamin Netanyahu, afirmó que su gobierno está dispuesto a entablar conversaciones sobre la etapa final de la guerra, con el condicionamiento del desarme de Hamas y la destitución de su dirección de Gaza.
Ante esta nueva presión, Khalil Al-Hayya consideró las armas de los combatientes palestinos una línea roja, vinculada al enfrentamiento a la ocupación israelí y a la creación de un Estado palestino independiente.
“Si la ocupación persiste, las armas permanecerán en manos del pueblo y del Estado para proteger sus derechos y recursos”, afirmó el dirigente.
El premier israelí sigue jugando a extender la agresión aunque a lo interno del país las presiones aumentan contra su gestión. Luego de conocer esta propuesta, el Comité de Familias de Prisioneros de “Israel” declaró que cualquier discusión sobre un acuerdo gradual debe terminar.
Las familias exigieron respuestas claras sobre cuándo se llegaría a un acuerdo completo para lograr la liberación de todos los detenidos en Gaza.
Un acuerdo de ese tipo pasaría, irremediablemente por poner fin al genocidio en Gaza. De lo contrario, el gobierno israelí se sigue arriesgando a recuperar a los prisioneros en ataúdes mientras bombardea la Franja.
“Israel” no quiere una solución definitiva porque eso significa aceptar a los palestinos y su derecho a existir en su propia tierra. El alto el fuego que se discute actualmente, forma parte de un ciclo histórico de violencia y usurpación, que experimenta momentos de aparente tregua pero sigue sin resolverse.
A los palestinos en la Franja no les alcanza el tiempo para enterrar sus muertos y reconstruir los pedazos de sus hogares, mientras falla la diplomacia, las resoluciones internacionales, mientras nada detiene al principal responsable.
Fuente: Al Mayadeen
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