Feminismos. Euskal Herria: 8M/ Miles ganaron las calles «contra el fascismo» y «las actitudes reaccionarias»

Resumen Latinoamericano / 8 de marzo de 2025.

Concentraciones feministas en Gasteiz, Donostia e Iruñea, al mediodía, y Baiona y Bilbo, por la tarde, denuncian este 8 de marzo «el aumento de la extrema derecha, el fascismo y las actitudes reaccionarias», bajo el lema ’Faxismoaren kontra, ausardia eta aliantza feministak!’ (“Contra el fascismo coraje y alianza feminista”).

Una multitud en Bilbao bajo una copiosa lluvia.

Marcha y concentración numerosa en Algorta

Algorta

video: mujeres racializadas y migrantas participan en la manifestación de Algorta (Getxo)



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El Movimiento Feminista Vasco organizó este sábado, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, manifestaciones descentralizadas en las capitales del País Vasco bajo el lema ‘¡Contra el fascismo, coraje feminista y alianza!’.

A las 12.30, han comenzado las movilizaciones de Donostia y Gasteiz, y desde la 13.00 se ha llevado a cabo la de Iruñea. En Baiona y Bilbo tendrán lugar a la tarde, a las 17.00 y las 18.00, respectivamente, desde la estación, en el caso de la ciudad labortana, y desde la plaza Sagrado Corazón de la capital vizcaina.

Euskal Herriko Mugimendu Feminista ha centrado la reivindicación de este año en luchar contra «el aumento de la extrema derecha, del fascismo y de las actitudes reaccionarias en diferentes sectores», unos discursos que «propagan las relaciones e ideas imprescindibles para el sostenimiento del sistema cisheteropatriarcal capitalista colonial y racista».

En Donostia, una multitudinaria manifestación ha reivindicado la lucha feminista y ha pedido «valentía» ante el «aumento de la extrema derecha, el fascismo y las actitudes reaccionarias». La marcha ha partido a las 12.30 del túnel del Antiguo y ha recorrido el paseo de La Concha, la calle Zubieta y la avenida de la Libertad para concluir en el Boulevard.

Tras una pancarta con la leyenda ‘Faxismoaren kontra, ausardia eta aliantza feminista’, los manifestantes, muchos de ellos ataviados con ropa negra y morada, han coreado gritos como «Gora borroka feminista», uno de los más repetidos.

Una vez en el Boulevard, dos representantes de la Asamblea Feminista de Donostia han leído un comunicado, en euskara y castellano, en el que han remarcado que «año tras año el Movimiento Feminista de Euskal Herria está cada vez más fuerte y articulado, aunque el contexto no ha cambiado mucho».

«Han aparecido nuevas formas de mecanismo de opresión, se han complejizado las formas de relación de poder y no podemos comprenderlo todo en dicotomías simples de izquierda derecha, arriba abajo», han señalado.

En este sentido han advertido de que el «aumento de la extrema derecha, del fascismo y de las actitudes reaccionarias», no es «algo lejano» al tiempo que han afirmado que «lo que viene por la derecha no es un movimiento estanco, sino que en algunos sectores de la izquierda se percibe contrariedad con el feminismo y aumento de los discursos racistas».

Han destacado que «la primera violencia es machista» por lo que «hay que acabar con las situaciones de agresión y subordinación que sufren las mujeres». Asimismo han señalado que en estos momentos se produce una crisis «ecosocial global» y han criticado que en Donostia «sus representantes» han puesto la ciudad «en beneficio del turismo y de las viviendas lujosas», al tiempo que han denunciado las «políticas migratorias que perpetúan el actual sistema racista y colonial». «Sigamos construyendo alianzas en estos tiempos llenos de fascismo, reaccionarismo y opresión», han concluido.

A la misma hora, en Gasteiz, miles de personas han conformado una marea morada que han inundado el centro de la capital alavesa. En la marcha, que ha partido de la plaza de San Anton y ha finalizado en la plaza de los Fueros, se han repetido los mensajes y las performances animando a promover alianzas «para construir un pueblo y una sociedad feminista».

«Gora borroka feminista», «Boikot Israel, Palestina aurrera», «Ez, ez, ez gerrarik ez» o «Sola y borracha quiere llegar a casa» han sido algunas de las consignas coreadas en esta multitudinaria manifestación, entre música de batukadas, donde migrantes, trabajadoras del hogar, baserritarras, mujeres contra la guerra o pensionistas, entre otros colectivos, han llamado a luchar contra las diferentes expresiones del heteropatriarcado que les oprimen, citando a «mujeres, trans y bolleras».

«Tenemos que traer el feminismo al centro de las luchas, un feminismo antiracista, anticolonialista, anticapitalista y anticlasista», han defendido a la conclusión de la manifestación, subrayando que «el feminismo es el movimiento imprescindible para crear y proponer propuestas integrales de transformación». Pero no solo han mirado a la realidad vasca, también han enviado mensajes solidarios hacia las luchas de las mujeres de Palestina, Sahara o Kurdistan.

En Iruñea

En la capital navarra, varias mujeres han cortado la carretera en la entrada, en el barrio de San Jorge, bajo el lema ‘8M Mujeres trabajadoras, construyamos el socialismo’. Mientras se estaba realizando la acción, un hombre se ha bajado del coche, agrediendo a las mujeres.

Las feministas han dejado claro que el 8 de marzo es un día para luchar contra el machismo y el fascismo. «El contexto de auge de las ideas reaccionarias y machistas pone sobre la mesa la necesidad urgente de organizarse y movilizarse en contra de esto».

La lucha de las mujeres palestinas, presente

Antes de las 13.00 el parque Antoniutti se ha ido llenando de gente muy diversa, desde jubiladas y jubilados hasta familias con niños pequeños, personas con diversidad funcional que llevaban pancartas con lemas como «Mi discapacidad no me limita. Tu machismo sí». En un puesto de la organización Salam Gaza hemos charlado con su presidenta, Ola Arafat, gazatí que vive en Iruñea. Ella ha sido la que al final de la manifestación ha dicho las primeras palabras desde el estrado del paseo Sarasate, junto al monumento de los Fueros.

Arafat ha querido agradecer al movimiento feminista de Euskal Herria por tener presentes a las mujeres palestinas, que están sacando fuerzas desde donde no hay nada. Pero, tal y como ha afirmado desde su propia experiencia, porque está en contacto todos los días con toda su familia que está en Gaza, el mensaje les llega: Estamos con vosotras. Remarca que eso es muy importante porque a veces se sienten solas.

Al igual que ha reivindicado en el acto del final de la marcha, ha defendido que la lucha de las mujeres no entiende de fronteras y no debemos olvidarnos de las gazatíes. Por eso les han dado voz, para que no sean silenciadas.

Precisamente, Salam Gaza nació en Nafarroa para construir un sólido puente entre este herrialde y Palestina. Toda la ayuda que se ofrece a través de la asociación, principalmente agua potable, pan, comida y medicamentos, llega directamente a Gaza, ha afirmado Arafat. Quien tenga interés puede encontrar el contacto en redes sociales.

Cambio en la justicia

Entre las manifestantes, había también una mujer víctima de la violencia machista, usuaria del Servicio Telefónico de Atención y Protección para víctimas, Atenpro, del Gobierno español. Ha denunciado la actitud de la Policía Foral. «Cuando les he pedido ayuda me han respondido que ellos no están para eso». Dice que Atenpro funciona bien; le han dado un teléfono pequeño de seguridad, así como acceso al médico, pero su agresor está en la calle y ella no está tranquila. Exige sobre todo un cambio en la justicia. 

En la marcha se han aunado infinidad de reivindicaciones: por la diversidad de los cuerpos, por los derechos de las internas, en contra de la brecha salarial y de las pensiones más bajas, contra el racismo, por un cuidado digno…

Por el camino se han ido sumando muchas personas, hasta llegar a la meta haciendo frente a un fuerte aire bastante desagradable. Nada más tomar el micrófono, Arafat ha invitado a todas a bailar con ella la Dapka, el baile de la resistencia palestina, y se ha vivido un momento emocionante moviendo el cuerpo con el pañuelo morado levantado. 

«Ya no valen las dicotomías simples»

Después, tres representantes del movimiento feminista han leído un comunicado en euskara y castellano. Han dicho que es hora de terminar con la opresión a las mujeres trans y bolleras y han alertado de que la vulneración de derechos ha tomado nuevas formas: «Ya no valen las dicotomías simples: arriba-abajo, izquierda-derecha. Podemos ver que el fascismo va en aumento en redes, medios, en la calle… No es algo ajeno, también se da en la izquierda», han afirmado.

Dirigiéndose a los hombres, han asegurado que, lamentablemente, «siguen siendo el problema, el sostén de este sistema opresor». Frente a ello, han defendido la vida libre de violencias.

No se han olvidado de mencionar «la crisis ecosocial global en la que nos encontramos debido a este sistema patriarcal, capitalista y neocolonial». Han indicado que en Euskal Herria tenemos también una responsabilidad para acabar con ello.

En cuanto a las políticas migratorias, han rechazado la Lay de Extranjería y el aumento del número de policías en nombre de la seguridad. 

Han terminado con un abrazo a las mujeres palestinas, saharauis y kurdas y con una reivindicación del feminismo, que «debe estar en el centro de todas las luchas de izquierdas», así como de las alianzas.

En Baiona, por la tarde, en torno a 1.300 personas han participado en la manifestación convocada por el movimiento feminista, en la que al igual que en otras movilizaciones que se han desarrollado a lo largo y ancho del país se ha reivindicado una respuesta a la ola reaccionaria. Batukada y las basanderes de Oztibarre, junto a las bengalas moradas, han puesto la nota de color en esta marcha, una de las más numerosas de los últimos años.

Al paso de la marcha, desde un edificio se ha desplegado una pancarta con el lema ‘Antifaxismoa feminista izanen da, edo ez da izanen’ saludada por las manifestantes arreciando las consignas que se han ido repitiendo. No ha faltado el apoyo a la causa palestina.

Bajo un diluvio

Viento y lluvia no han arredrado a las miles y miles de personas que han salido esta tarde a las calles de Bilbo en respuesta a la llamada del movimiento feminista. La marcha no había dado cuatro pasos y arreciaban consignas como «Gora gora gora borroka feminista, antifaxista, antirrazista y antikolonialista».

En los prolegómenos, también se ha recordado que muchas no han podido acercarse por otros motivos: «No estamos todas, faltan las internas». Previamente, siete columnas han partido de diferentes barrios para confluir en la plaza del Sagrado Corazón, lugar de la cita, en una jornada intensa, en la que las demandas feministas han estado muy presentes en las calles del Botxo.

No ha sido una manifestación más, ya que desde el inicio los chaparrones han hecho que muchas de las participantes hayan tratado de guarecerse del agua, sin éxito, por las rachas de viento. La meteorología adversa no ha sido un obstáculo para que miles de voces no hayan cesado de corear mensajes como «La Ley de Extranjería mata gente cada día», «Feminismo antifaxista», «Vamos a quemar la Conferencial Episcopal por machista y patriarcal», «Emakumeentzat pentsio duinak, ILP aurrera», «Con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca», «Erasorik ez erantzunik gabe» o «Autodefensa feminista» en un rico repertorio, reflejo de la pluralidad del movimiento impulsor de la manifestación.

Desde Bilbo Feminista Saretzen han dejado bien claro el mensaje que querían transmitir en este 8 de Marzo. «Los fascistas y la extrema derecha nos van a tener delante», han subrayado, incidiendo en que van a estar en la calle defendiendo los derechos alcanzados, «no vamos a retroceder».

Han denunciado que la extrema derecha quiere impulsar otro modelo de sociedad «en contra de nuestros derechos, porque la soberanía de nuestros cuerpos y de nuestras libertades son una amenaza frente a su proyecto patriarcal, neoliberal, racista, colonialista, tránsfobo, euskarafobo, supremacista y ecocida».

«No nos vamos a paralizar por mucho que digan. Con el miedo nos quieren paralizar, nos quieren amordazar, nos quieren tapar la boca, pero estamos ahí y seguiremos adelante», han advertido, al tiempo que han animado a fortalecer el movimiento feminista.