Colombia. Carlos Rosero: Un líder histórico al frente del Ministerio de Igualdad

Por Jeremías Perez Rabasa, Pagina 12/ Resumen Latinoamericano, 28 de febrero de 2025.

Carlos Rosero, histórico líder del movimiento afrocolombiano, asume el Ministerio de la Igualdad en reemplazo de Francia Márquez, en medio de tensiones con Gustavo Petro. La vicepresidenta, quien denunció falta de respaldo y trabas en su gestión, sale del cargo tras meses de tensiones políticas.

El presidente Gustavo Petro ha designado a Carlos Rosero como nuevo ministro de Igualdad, en reemplazo de Francia Márquez. Rosero, un histórico líder del movimiento afrocolombiano y cabeza del Proceso de Comunidades Negras (PCN), asume el cargo en un contexto político tenso, marcado por la salida de Márquez y las dificultades que enfrentó su gestión. La designación de Rosero refuerza el peso de la lucha afrocolombiana en la administración, pero también deja abiertas interrogantes sobre el futuro de la relación entre la vicepresidenta y el Gobierno.

Un nombramiento de peso en el movimiento afrocolombiano

Carlos Rosero, antropólogo de la Universidad Nacional y figura clave en la aprobación de la Ley 70 de 1993, ha dedicado su vida a la defensa de los derechos de las comunidades afrocolombianas. Su trayectoria dentro del PCN ha sido fundamental en la lucha por la titulación de tierras colectivas y el reconocimiento de los derechos étnicos en el país. Además, ha sido un aliado histórico de Márquez: fue uno de los grandes soportes de Soy Porque Somos, el movimiento político con el que la vicepresidenta llegó al poder en 2022.

Con su llegada al Ministerio de Igualdad, Rosero se enfrenta al desafío de fortalecer una cartera que nació con grandes expectativas pero que, hasta ahora, ha enfrentado severos obstáculos para su consolidación. La baja ejecución presupuestaria, la falta de apoyo institucional y los conflictos internos han limitado su impacto, lo que genera dudas sobre su futuro.

Francia Márquez: entre el compromiso y los obstáculos

El Ministerio de Igualdad fue una de las principales promesas de Petro a Francia Márquez tras su elección como vicepresidenta. Sin embargo, aunque logró que el Congreso lo aprobara en la primera legislatura, Petro no le entregó las funciones clave del Departamento de Prosperidad Social (DPS), una de las entidades con mayor presupuesto para asuntos sociales. En lugar de ello, el nuevo ministerio se creó con una estructura compleja y cinco viceministerios, lo que generó críticas sobre su viabilidad operativa y burocrática.

Márquez enfrentó múltiples dificultades dentro del gabinete y expresó públicamente su descontento con la falta de respaldo del Gobierno. En su reciente carta pública, advirtió sobre las dificultades estructurales que impidieron que el Ministerio avanzara al ritmo esperado y reiteró su compromiso con la lucha por la igualdad, más allá de su permanencia en el cargo. En el documento, también denunció amenazas contra su vida y la falta de garantías para desarrollar su labor.

Tensiones políticas como telón de fondo

El nombramiento de Carlos Rosero no solo refuerza la presencia del movimiento afrocolombiano en el gabinete, sino que también pone de manifiesto las tensiones entre Petro y Márquez. La salida de la vicepresidenta de la cartera de Igualdad se produjo en medio de la crisis del gabinete, después de que ella cuestionará el rumbo y algunas designaciones políticas de Petro, en el polémico y televisado Consejo de ministras y ministros de principio de mes.

Horas antes del anuncio, Márquez publicó un comunicado en el que denunció que su vida corría peligro por haber denunciado corrupción dentro del Gobierno. La coyuntura alimenta las especulaciones sobre el verdadero trasfondo de su salida y el impacto que esto tendrá en la relación entre la vicepresidenta y el presidente en el futuro inmediato.

Carlos Rosero asume el desafío de revitalizar un Ministerio que aún lucha por consolidarse. Su liderazgo y experiencia en la defensa de los derechos afrocolombianos serán clave para determinar si la cartera logra superar sus dificultades o si, por el contrario, se convierte en otro intento fallido de transformación institucional del llamado gobierno del cambio.

FUENTE: Pagina 12