Bolivia. La izquierda debe reinventarse

Por Roddy Martínez V. /Resumen Latinoamericano, 4 de febrero de 2025.
Este año es decisivo para el futuro del país y para todos los bolivianos. Por primera vez en mucho tiempo, los síntomas de agotamiento político del Proceso de Cambio empiezan a resonar con fuerza en el horizonte, como los truenos del cielo cuando avizoran una gran tormenta. La clase dominante desplazada del poder en ese entonces, los llamados neoliberales, ahora se frotan las manos y ven su posible retorno al poder bajo la premisa de que el “el tiempo cura (y olvida) todo”. Saben que sus acciones y políticas de hace 20 años cuando estaban en el poder no les fueron perdonados, pero sí olvidados por las nuevas generaciones.
Este escenario pone sobre la mesa nuevas reglas de juego. La gente busca algo nuevo, concretamente el Bloque Nacional Popular, que es la sumatoria de trabajadores del campo y la ciudad, los jóvenes profesionales, las clases medias y cualquier boliviano sin privilegios de elite. Todos ellos necesitan militar en nuevas ideas, en una nueva agenda, como la Agenda de Octubre (último conjunto de ideas que caló con fuerza en el Bloque Popular), que fue impulsada y cumplida en 14 años.
La derecha quiere mostrarse como algo nuevo, pero tiene a los mismos actores de hace 20 años y peor aún con el mismo discurso y programa de los 80′ sintetizados en el consenso de Washington (ajustes de política económica que EEUU esperaba de todos los países latinoamericanos). Sin hacer la menor autocrítica o renovación de ideas, buscan borrarse el mote de neoliberales y cambiarlo por el de libertarios, siguiendo el discurso de Milei, que no es más que un refrito neoliberal.
La izquierda por su parte debe reinventarse, entendiendo que el agotamiento no es del Bloque Popular como tal, éste está más fuerte tras 14 años de gobierno, pero está desarticulado, acumuló derechos, capital cultural, económico, técnico-profesional, etc. Las organizaciones sociales y la clase media acrecentada están ahí, lo que falta son ideas y una nueva agenda que las articule nuevamente y le dé sentido a la retoma del poder perdido el año 2019. Ahí su desafío.
Así como la Agenda de Octubre surgió del desastroso resultado de las políticas neoliberales implantadas por los que ahora quieren volver a nombre de libertad, la nueva agenda debe salir del desastroso manejo de los últimos 6 años. Las limitaciones del gobierno de derecha libertaria de Añez (2019-2020) y del gobierno reformista liberal de Arce (2020-2025), deben ser la base para la construcción del nuevo programa político y económico del Bloque Popular que permita la reinvención de la izquierda en el país.
El programa político no puede ser de simples objetivos de política pública como la famosa “Agenda 2025”, que la enarbolan algunos políticos, ésta es un plan de desarrollo, no un programa político, con principios y valores del Proceso de Cambio o del Bloque Popular. Todos, izquierda y derecha, pueden reivindicar el contenido de esta Agenda 2025: acceso universal a servicios básicos, reducción de la pobreza o industrialización. El peligro está en que políticamente estos objetivos pueden alcanzarse impulsando el individualismo y el consumismo, en vez de impulsar valores como la solidaridad y la cooperación. Mucho cuidado con esto porque antes que plan necesitamos programa.
El nuevo programa debe tener contenido de clase y politizar nuevamente al Bloque Popular. Se debe discutir políticamente la relación con la banca, porque esta acumula, concentra, administra y lucra con el capital ahorrado de todos los bolivianos. También se debe discutir la explotación de oro, entre otros temas clave.
Si la izquierda se reinventa la gente podrá ver que en estas elecciones nace una nueva izquierda y no una nueva derecha.
*Roddy Martínez V. es economista y abogado.
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