Panamá con el cuerpo yanqui dentro
Por Ramón Pedregal Casanova, Resumen Latinoamericano, 2 de diciembre de 2024.
Los imperialistas no saben de la paz, no tienen dónde encontrarla, sus aviones son prueba de su ignorancia y de su haber de sangre derramada. La provocación, el desafío del “estado profundo” o complejo de muerte, ha sido la semilla que ha mostrado su naturaleza ante el mundo, los financieros de la ruina humana solo han seguido los caminos abiertos por la barbarie colonizadora y, en momentos como el que vivimos, cuando hace aguas su barco pirata, han empeñado todo para mantener su dominación, la Historia habla de su criminalidad. ¿Será que están preparando el futuro final con toda su energía? Vemos que abren frentes y más frentes de guerra en Asia Occidental, cuánto sufrimiento palestino, cuánto sufrimiento libio, cuánto sufrimiento sirio, cuánto sufrimiento yemenita, cuánto sufrimiento iraní, … cuánto sufrimiento anterior en Oriente Lejano, en China Continental hasta su liberación, en todo Europa y en Rusia asiática, cuánto en Yugoslavia, en África cuánta esclavitud y explotación, y cuánta guerra, cuánta ruina, hambre, magnicidios, golpes de Estado, fascismo y más fascismo. Y cuánto de todo eso, genocidios, represión, hambre, pobreza, y vuelven a planificarlo todo, no vuelven a otro sitio más que a la guerra. Latinoamérica tiene tres ojos abiertos, Cuba, Venezuela y Nicaragua, ven con claridad lo que es el enemigo y saben cuál es su constante accionar, cuál es su forma de decir: hacer su proyecto de dominio, es así como se presentan en Panamá con su cuerpo dentro.
Panamá, ese trozo que nació de Colombia ha sufrido todo lo mencionado y empieza a presentar síntomas de crecimiento de la enfermedad que los gringos imperialistas llevan consigo, un cáncer para la región centro, caribe y sur, Latinoamérica.
Prensa Latina y la Central Nacional de Trabajadores de Panamá advierten que en el aeropuerto próximo a la capital, Panamá Pacífico, no dejan de aterrizar aviones C-17 Globelmaster III, helicópteros Sikoski U 60 Blak Hawk y Bell UH-1H, además en el aeropuerto de Tocumen regularmente entran los aviones militares de gran tamaño cargados y flotillas de aviones militares de las Fuerza Aérea que luego se dirigen a Brasil como parte del ejército conjunto en maniobras. A ello se añade que ya se contabilizan vuelos sobre Panamá mismo de aviones de combate F-15 C Egle, y aumenta el paso de buques de guerra y submarinos por el Canal. No hay ninguna duda de que se mueven con rapidez y siempre de la misma forma, ahora también se dirigen a la zona del Darién con todos los helicópteros y aviones de guerra. No se puede dejar de pensar en sus intenciones de dominio, que no es más que lo panificado por el Comando Sur y declarado públicamente en numerosas ocasiones, lo que se ve en Panamá anuncia su objetivo. En todo su proceder no nace el interés por el entendimiento y el respeto a los pueblos, ya han declarado que la soberanía de éstos atenta a su “seguridad” imperial.
El 8 de noviembre la generala del Comando Sur dejó su sitio al que ha puesto en marcha rápidamente lo que estamos viendo, se llama Alvin Hosner, es el nuevo jefe, pero a esa maniobra de cambio para impulsar la violencia en el Sur de América se ve acompañada de aprobaciones de envíos militares con urgencia a Ucrania y las indicaciones pertinentes para que los ucronazis y los mercenarios de los ejércitos europeos y del mismo ejército yanqui provoquen a Rusia bombardeando con proyectiles de largo alcance, lo acompañan con invasiones en el momento actual de Siria desde Turquía y las presiones y maniobras contra India para hacerse paso a cercar a China, todo indica que el cáncer imperialista se extiende por el mundo, y Trump, con todos los guerreristas que ha escogido para representar al “estado profundo” o estado de la muerte, calla.
Es de conciencia advertir de lo que se plantea para el futuro, no de la palabrería, hay que hacer ver los hechos, no airear la propaganda con la que lavan los gringos la imagen que tienen conseguida por ellos mismos en el mundo, y aquí debemos hacer una parada especial: Marco Rubio, apodado como “Narco” Rubio y como “Golpista en jefe” en el mundo guerrero político de la Casa Blanca, es el ejemplo de las aspiraciones imperiales, enemigo de Cuba, Venezuela, Nicaragua, odiador y asesino declarado del pueblo palestino al que desea que los sionazis lo exterminen, no es una esperanza de paz, y como éste muchos de los encargados de diferentes tareas representando el plan de Trump.
¿Qué pasa entonces en Panamá? Trump precisamente impulso golpes y magnicidios, violencia constante contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, llegó a imponer otras 243 “medidas” más inhumanas al bloqueo a Cuba, impulsó revueltas mercenarias en los otros dos países, en Venezuela forzó al máximo con desembarcos mercenarios, intentos de magnicidios, daños a las infraestructuras que tenían que ver con servicios al pueblo, ¿qué quiere ahora Trump? Quizás su odio, también, como no, a China le ha hecho ponerse a trabajar en eso que caracteriza a yanquis como él, para hacer frente a China, nación que ha acudido a negociar con su “ganar – ganar” en el comercio con todos los países que se dispongan a adelantar pasos para crecer. Ya sabemos que le inquieta, y algo más, el que Nicaragua proyecte un nuevo canal, más que necesario para que la nueva navegación pueda cruzar mejor de un océano a otro, el imperio que posee el canal de Panamá ¿podemos imaginar qué siente en estos momentos?, y por lo que parece el puerto de Chancay en Perú le resulta un manotazo insufrible, y es que todo eso forma parte de la Ruta de la Franja y la Seda, proyecto en marcha que muestra sus pasos firmes para que el mundo entero sea diferente, y a nadie se le escapa que con ello el imperio va a perder fuerzas, y no hablamos de lo que significaría la consolidación de los BRICS, contra los que Trump ya ha manifestado su odio, odio que resultará en … Está claro si el mundo se adentra en estos cambios conocerá algo de tranquilidad.
Semejante reflexión no debería borrar de nuestra conciencia que el imperio dispone de más de 800 bases militares en todo el mundo, y una buena parte de ellas las tiene en todo el centro, caribe y sur de nuestra América, en torno a Cuba se cuentan por docenas, y en el conjunto de todo el continente hace solo unos años sumaban 74 y han continuado sembrando semejante veneno con cada golpe de estado y cambio de gobierno, y ahora he comenzado exponiendo los cambios que se observan, cambios que no prometen nada bueno. ¿Qué le puede importar al imperio el que la región centro americana se haya declarado hace 10 años ya como “zona de paz” en la que se mantiene por encima de todo problema la no injerencia?
Pero no es solo en la región sino en el mundo entero en donde se ve a los yanquis imperialistas procurar el enfrentamiento, la violencia, y si no tuviesen salida el exterminio de la humanidad entera en busca del “monroismo” sobre América y sobre el planeta. Elevar la denuncia de los planes del imperialismo debería activar también al pueblo estadounidense, porque fuerzas antiimperialistas son fuerzas solidarias y de justicia universal y popular. Lo que ocurre en Panamá es un síntoma, un anuncio que no habría que dejar pasar.
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