Chile. Boricueto de Incienso Patriótico

Por Andrés Bianque, Resumen Latinoamericano, 14 de octubre de 2024.

Boric es el resultado social de un momento inalámbrico social. La Empanada Vegana vendida como la solución nutritiva ante el raquitismo ideológico que asola Chile. Y, no es por echarle más herida a la sal, pero, peeeenca el nivel ideológico en el país. No hay nadie que arroje un gesto de sombra en contra de tanta luz artificial que nos rodea.

Boric es ese compañero de curso que siempre fue difuso, indefinido, y del cual, uno no recuerda su nombre. Lo que uno sí recuerda es que: no llegaba nunca atrasado, subrayaba los párrafos importantes y tenía notas decentes. No representaba un peligro en contra de los hombres y era invisible para las mujeres. Un don nadie, un mequetrefe, un bocadillo atrapado eternamente en una carie del tiempo.
Hasta que… Uno se lo encuentra en el metro y… le va bien, se graduó de algo, está de novio con alguien y está pagando su casa. Después, el cerebro solo, sin indicación propia, envía el encuentro a la papelera o al antivirus. (uno nunca sabe)

El ácido Bórico es soluble en agua hirviendo. Es decir, si la temperatura aumenta, digamos la social, este ácido elemento, se disuelve o tiende a disolverse o a disolverlos. Y, lo que no es menor, el ácido bórico, es retardante del fuego, ante un incendio de proporciones, donde el agua no puede apagar las llamas, el ácido en cuestión, es la solución perfecta.

Él ácido bórico es excelente en la ayuda de quemaduras. Por ejemplo, la quemadura de la pólvora en los ojos que ya no están.

Debido a lo tóxico de su estructura, este ácido es excelente para matar cucarachas, hormigas y moscas. Sobre todo, aquellos insectos que usan polerones con capucha.
Y, era que no, el ácido bórico se utiliza en la producción de pantallas (cabezas) planas de televisión.

Los que apoyaron o apoyan a Boric, o son Traidores o Imbéciles o Parásitos. Y no hay más.

Es bastante tragicómico como tanto oligofrénico lo vendía como él Mesías de la izquierda.
El presidente elegido e impuesto por Tik-Tok e Instagram. Lol.

Boric es el resultado social de un momento inalámbrico social. La Empanada Vegana vendida como la solución nutritiva ante el raquitismo ideológico que asola Chile. Y, no es por echarle más herida a la sal, pero, peeeenca el nivel ideológico en el país. No hay nadie que arroje un gesto de sombra en contra de tanta luz artificial que nos rodea.

Los comunistas y anarquistas, se la pasan haciendo malabares reflexivos, para hacer encajar los fenómenos sociales, a su ideología itinerante, cambiante y vacilante de vacilón esporádico o apernado en algún sillón, o el del sofá desde sus casas, donde dirigen tramas o desde alguna institución, donde callan los cientos de millones que reciben, del propio gobierno capitalista que, según su ideología, “detestan”.

El Empresariado y el Proletariado Unido, jamás será Inmunodepresivo.

Es lo que se merece el país. Hasta Pinochet tenía más brillo. Daban ganas de matarlo. Con este Boricueto, dan ganas de matarse uno.

Pero la corrupción es inaceptable. “Éste se quedó con esto, éste otro se quedó con aquello”.
Toda la corrupción es monetaria. Se habla de dinero, de plata, de oro, de dólares, de millones. Jamás se habla de la corrupción ideológica de los chantas que dicen representar los intereses de la clase más humilde. Y en ello, es como obvia la respuesta: En este país, no hay a quién parecerse, no hay líderes, no hay héroes ni heroínas. Excepto la cocaína que derrota cualquier ideología, especialmente la de la armada de mediocres parasitarios de discursos vacíos que copian y pegan de otros, que, en su tiempo, si fueron líderes y héroes.

Y, una vez más, El cuento del Tío (rico)

Nuevamente, atrapados en la falsa dicotomía (falacia) de una elección dual. O sí o no. Quien tenga una tercera o cuarta opción o un sentir distinto “no tiene derecho a opinar” Los dictadores del pensamiento único, haciéndose pasar por “libertadores”. Para estos pelmazos manipuladores, no existe la autocrítica, no la conocen, ni en pintura, ni coyuntura alguna. No son proletarios sino parasitarios. Lo bueno en el país, es gracias a ellos y sus indicaciones, lo malo, es culpa de quienes no siguen sus rosarios.

Vamos para los 40 años del mismo cuento. En las próximas elecciones será exactamente lo mismo.
Votar por el mal menor o: la mediocridad institucionalizada al mando de zánganos y asnos.
Mucho de eso pasa, principalmente, porque no hay una dirección ideológica, ni política, que eduque, ni enseñe. La farándula política no sirve absolutamente de nada. Son acontecimientos efímeros. Estar al tanto de todos los cagüines políticos no transforma a nadie en “experto o en voz política” de nada. Simples doxógrafos posando ser de izquierda e intentando seguir chupando la médula de huesos revolucionarios que ya están más que secos.

¿Contra quién se puede sostener un debate ideológico serio en Chile? A no ser que sea algún expositor o férreo defensor de la ideología mutante cambiante y del “depende”. La amargura de la frase, a renglón siguiente, no es capaz de englobar todo el dolor que detrás de ella hay. “No hay absolutamente nadie”.

Vendedorcillos sociales de pomadas curalotodo, haciéndose pasar o por santos, santas y chantas.

No se necesita un molino, ni esclusa que dirija las aguas del pensamiento actual de la población, específicamente, porque primero hay que descontaminar esas aguas, que, a estas horas, son aguas servidas, contaminadas de exitismo monetario y consumismo despiadado. La gran mayoría de la población, habita en la vereda del, sálvese quien pueda.

¿Y después de tan ácido diagnóstico, qué hacer? Quizás lo primero, sería empezar a llamar a las cosas como son. Porque algunos le tienen más lealtad a la bandera, que a su propios ojos u hojas.

Después de 50 años viviendo en un estado fecal, una gran mayoría se acostumbró al hedor y ya no distingue o entiende de otros olores. Quizás de ahí que el “Incienso Patriótico” captó a tanto ser “especial” orgánico, ecológico, estrógeno, inalámbrico, líbidoso, airoso y deseoso de un “joven desodorante empresarial”.

Y hay un montón de ineptos, diciendo que Boricueto los traicionó. Lol. Lol. Lol.

Nadie puede estar decepcionado de Boricueto, de él no se podía esperar nada más que confeti:
El sistema ofrece sus dos opciones y el pueblo vuelve a lo mismo. El problema no está en el sistema, el problema es quiénes le dan vida al sistema. Quienes legitiman lo mismo de siempre, porque es mucho más cómodo no cuestionar el sistema, y seguir mamando callados desde la ubre empresarial.

Qué lamentable la ausencia de “emprendedores ideológicos” y tener que conformarse siempre con los huevos pasados por agua tibia, o las “viejas glorias” que no fueron capaces de tirar una piedra y hurtan historias ajenas y las hacen pasar como propias o los que si tiraron un guatapique y andan paseándose como supuestas eminencias de algo. Viejos vinagres vendiendo amuletos de plástico reciclado.

¿Quién diablos podría pensar que Boricueto sería una solución? Sólo alguien más mediocre que él, lo cual, en sí, es bastante meritorio.

FUENTE: OPAL

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