Perú. Ingreso y bases militares de EEUU

Por: Mg. José A. Amesty Rivera, Resumen Latinoamericano, 28 de julio de 2023.

Como es costumbre, EEUU siempre ha apoyado militarmente a los/las dictadores/as, y éstos
siempre han recurrido a EEUU, buscando apoyo para sus medidas antidemocráticas e inhumanas,
por decir algo. Tal es el caso reciente de Dina Boluarte, “presidenta” de Perú, ante la promovida salida del
presidente electo Pedro Castillo. Quien recientemente, según la resolución RL 131757 habilita el
ingreso de un total 1.172 militares, divididos entre la Fuerza Aérea (USAF), la Fuerza Espacial
(USSF) y las Fuerzas Especiales de Estados Unidos coordinadas por el Comando Sur, durante un
período de 90 días que tiene como fecha de finalización el 29 de agosto de 2023.


El ingreso de militares de EEUU es para desarrollar el Ejercicio Militar Internacional “Resolute
Sentinel 2023″. Cuyo objetivo es brindar capacitación en las áreas de combate y respuesta a
desastres a los efectivos peruanos.
Y es que, en el caso de Perú, haremos un breve recuento histórico del ingreso de personal militar
de EEUU a la nación andina.

Por ejemplo, según Pablo Ruiz, en su artículo Bases y presencia militar de EEUU en Perú, “entre
1946 y 2004, se entrenaron 4559 militares peruanos en la SOA/WHINSEC. En el año 2019, 84
militares peruanos; en el 2020, 136; y el 2021, 10 militares más recibieron entrenamiento en
WHINSEC. Los datos del 2022 y 2023 todavía no han sido revelados”.


La SOA/WHINSEC, el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad
(SOA/WHINSEC), hoy llamada la Escuela de las Américas, ubicado en Fort Benning, Georgia,
Estados Unidos, se ha hecho famoso por capacitar a torturadores y dictadores; los que han
realizado masacres en todo el hemisferio occidental, entre otras cosas.


 En 2015, por ejemplo, las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos dieron
entrenamiento en técnicas de rescate a oficiales y suboficiales de la Dirección Táctica
Urbana de la Policía Nacional de Perú (SUAT).
 En 2017, el ejército peruano participó en los ejercicios militares AmazonLog 17 con Estados
Unidos, Colombia, y Brasil, entre otros. Las maniobras se realizaron en el mes de
noviembre de ese año en Tabatinga, en la triple frontera.
 En el 2021, en la Resolución Legislativa N° 31102, el Congreso autorizó el ingreso de
tropas estadounidenses a territorio peruano, desde el 1 de enero al 31 de diciembre de

  1. En el anexo de la resolución se indica que el objetivo es recibir “entrenamiento”, en
    Lima, Callao, Ayacucho, Iquitos, entre otros lugares, para el Comando de Inteligencia y
    Operaciones Especiales Conjunta (CIOEC), la Fuerza Especial Conjunta (FEC) y la
    Dirección Antidrogas (DIRANDRO) de la Policía Nacional de Perú.

El mismo año, una delegación de oficiales peruanos realizó una visita a las instalaciones de
la Brigada Táctica del Ejército de Estados Unidos en la Base Militar Conjunta de San
Antonio en el Estado de Texas, y al Centro de Entrenamiento del Ejército de Estados
Unidos en el Estado de California, según información de Infodefensa.
 En 2022, el Congreso aprobó, en la Resolución Legislativa 2732, dos Ejercicios
Combinados Conjuntos (JCET) de Estados Unidos con el personal de las Fuerzas de
Operaciones Especiales de la Marina de Guerra del Perú, para agosto y octubre de 2022,
con una duración de 45 días cada ejercicio.

En síntesis, en las últimas décadas ha sido recurrente la presencia de miles de tropas
estadounidenses operando en Perú y el entrenamiento que dan a los militares y policías peruanos.

Más aún hoy, cuando la fuerte represión que ha sufrido el pueblo peruano, se explica por la
persistencia de las políticas de la Doctrina de la Seguridad Nacional que guían a las Fuerzas de
Seguridad de Perú, inoculadas por Estados Unidos.

En ese sentido, el Ejercicio Militar Internacional “Resolute Sentinel 2023, “no solo es
entrenamiento de militar a militar, también involucra el entrenamiento a policías, que es la fuerza
que está directamente involucrada, con todo lo que es la represión de las protestas”.

En cuanto a la presencia de bases militares de EEUU en Perú, las autoridades castrenses
peruanas han negado rotundamente la presencia de éstas. No obstante, medios de comunicación
peruanos, como lamula.pe, indican que, por un lado, “cada año, al menos en tres ocasiones
ingresan tropas militares al territorio peruano. Se justifica que es con fines protocolares de
entrenamientos y operaciones combinadas, diurnas y nocturnas, contribuyendo a la
interoperabilidad de las Fuerzas Especiales con los sistemas y la doctrina OTAN, entre ellas, el del
terrorismo y la defensa ante posibles ataques contra los recursos energéticos”.


Y, por otro lado, señalan que, en la actualidad, existen 10 bases militares estadounidenses en
todo el territorio peruano instaladas en módulos particulares o en bases militares o de la marina de
guerra peruana. Están ubicadas en puertos estratégicos de energía. Entre las bases militares más
conocidas tenemos:
 Palmapampa – VRAEM (El VRAEM, sigla abreviada para el Valle de los ríos Apurímac, Ene
y Mantaro, es una zona geopolítica en Perú. El VRAEM es un área de alta desnutrición
infantil y pobreza). Mazamari – VRAEM. Pichari – VRAEM. Puerto de El Callao. Ancón.
Pucalpa. Equitos. Teniente Clavero – Putumayo. Santa Clotilde – Loreto. El Estrecho –
Putumayo.
Igualmente, Pablo Ruiz reitera que, “que las fuerzas militares estadounidenses si bien puede ser
que no tengan bases propias o exclusivas, como la de Soto Cano o la de Guantánamo, por
ejemplo, es evidente que están operando dentro de las bases militares peruanas”.

Por otro lado, siempre hemos escuchado el pretexto, en Perú y en otros países de América Latina
y otras regiones, de autorizar el ingreso de tropas extranjeras de EEUU, para luchar contra el
narcoterrorismo, y en este caso en zonas fronterizas de Perú, como el VRAEM.


También, significativamente, recordemos que, el control militar de la cuenca amazónica, los
principales puertos peruanos (Callao, Salaverry, Paita, Chimbote), desde donde se embarca el
petróleo, gas y minerales, ha sido demostrativa de un interés particular de EEUU.


Y para colmo de males, por ejemplo, en 2021, los militares estadounidenses ingresaron con
armamentos de guerra, y fueron subvencionados por el Estado peruano, y utilizando todo el
aparato militar (helicópteros, vehículos, infraestructura, otros, que incluye gastos de combustible y
otros) con presupuesto del Estado Peruano.


La doctora Tamara Lajtman, del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag),
sostiene que, “Perú se ha configurado como un eje de contención de procesos de cambio a lo
largo del siglo, por eso, esa necesidad de controlar territorialmente y militarmente al país”. La
especialista consideró que la elección de Perú como sede del Resolute Sentinel 2023 “nunca es
casual”, dado que “siempre implica una demostración de poder territorial”. Pero no todo es
asistencia directa a las fuerzas de seguridad.
Así mismo señala, el COER Centro de Operaciones de Emergencia Regional Moquegua, “son
instalaciones destinadas al monitoreo de desastres naturales, vienen siendo en los últimos años
una de las principales excusas para intervenir, tanto en Perú como en otros países”.
“Las instalaciones tienen el apoyo para la construcción del Programa de Asistencia Humanitaria
del Comando Sur y, aunque son coordinados formalmente por personal tanto civil como militar
peruano, reciben entrenamiento y acceso a tecnología (de sistemas de radares) del Comando
Sur”, explicó, recordando que este tipo de centros están distribuidos “a lo largo y ancho del
territorio” y “abarcan un espectro muy grande del control territorial”.
El ejercicio Resolute Sentinel sería parte de la misma lógica. Bajo la ayuda humanitaria se justifica
este tipo de ejercicio y se logra “invisibilizar bastante los procesos de adoctrinamiento”. Para la
experta, la ayuda humanitaria y la colaboración ante desastres facilita que sea menos visible el
carácter militar de la asistencia y que parezca una colaboración más económica o para el
desarrollo.
Por último, debemos señalar que Pablo Ruiz, advierte sobre el peligro de NAMRU-6, US Naval
Medical Research Unit, la Unidad de Investigación Médica Naval de Estados Unidos, la que
cuenta con tres instalaciones, en Lima, Iquitos y Puerto Mandonado.
El objetivo de esta “Unidad” es teóricamente realizar vigilancia de “una amplia gama de
enfermedades infecciosas de importancia para la salud pública o militar, incluido el dengue, la
malaria, enfermedades diarreicas e infecciones de transmisión sexual”, pero existe la sospecha
también que en sus instalaciones se pudieran producir armas biológicas.

En una entrevista, publicada en la revista El Derecho de Vivir en Paz, el ex-Congresista de Perú,
Richard Arce, señaló, tiempo atrás, que solicitaron información a las autoridades peruanas sobre
NAMRU-6 pero “la información que nos otorgaron era demasiado genérica y se notaba que había
mucho desconocimiento. Y es grave para nuestra soberanía, ves a una base militar, que bajo el
paraguas de la labor científica y de estudio de enfermedades tropicales, se está desarrollando en
el país sin la transparencia que corresponde”.
En fin, en el mundo, EEUU opera otros centros de investigación o laboratorios biológicos, con
fines militares lo que debería levantar las alarmas de la OMS.

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