Líbano. Seyed Abás Musavi: Líder de la Resistencia, altruista, hombre de familia

Por Hiba Morad, Resumen Medio Oriente, 17 de febrero de 2023.

El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurión, entonces jefe de la Agencia Judía, declaró el establecimiento del llamado “Estado de Israel”, que el pueblo y los organismos internacionales se negaron unánimemente a reconocer, en su lugar lo denominaron régimen de “apartheid”.

Por Hiba Morad

Sin embargo, el entonces presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, adoptó una postura diferente e impopular al reconocer a la entidad ilegítima.

A lo largo de los años, el régimen de apartheid reforzó su ocupación ilegal de Palestina y perpetuó la peor forma de violencia en los territorios ocupados y la región, en general.

Arrancó guerras y mató a decenas de miles de palestinos y libaneses que se negaron a aceptar su ocupación ilegal y el apartheid, incluidos los principales líderes del Eje de la Resistencia.

Uno de ellos fue Seyed Abás Musavi, un líder religioso y político influyente de El Líbano. El cofundador y secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) fue asesinado en un ataque israelí el 16 de febrero de 1992 en el sur de El Líbano, junto con su esposa, su hijo de cinco años y cuatro guardias.

Un famoso estratega militar y figura revolucionaria, Musavi ascendió de rango para convertirse en el secretario general del movimiento en abril de 1991.

Ser miembro de Hezbolá significa pertenecer a una mentalidad transnacional. Significa creer en la trascendencia del Estado-nación, la interdependencia y la cooperación entre pueblos y naciones de todos los grupos étnicos, religiones, colores y orígenes.

El Movimiento de Resistencia, masivamente popular, rechaza valores y pensamientos que incluyen el apartheid, el colonialismo y el imperialismo.

Musavi pertenecía a esta escuela de resistencia y así es también su digno sucesor, Seyed Hasan Nasralá.

Palestina, la causa principal

En una entrevista exclusiva con el sitio web Press TV, su hermana Hana dijo que Musavi consideraba a Palestina “como la principal causa del mundo musulmán” y veía a la Resistencia como un “movimiento transnacional que no puede operar solo en un campo de batalla”.

“Creía en la trascendencia espiritual en el mundo materialista y moderno, y apoyar a los pueblos oprimidos del mundo, era parte de este pensamiento”, señaló.

Su hija, Batul, hablando con Press TV, aseguró que Musavi estaba profundamente preocupado por los asuntos de los musulmanes en todo el mundo, e incluso por los no musulmanes vulnerables y débiles, principalmente, el oprimido pueblo de Palestina.

“Su sueño era ver a Palestina liberada, al pueblo palestino viviendo en paz y con dignidad, y a El Líbano sin ningún rastro de ocupación o apartheid”, afirmó Batul. 

También destacó que su padre tenía la firme creencia de que la Resistencia “nunca morirá” hasta la completa liberación de las tierras ocupadas. 

“Su principal objetivo en la vida era la liberación de la mezquita Al-Aqsa y poner fin al régimen del apartheid israelí”, agregó.

Un líder para todos 

El exjefe de Hezbolá era un “dadivoso”, alguien a quien le gustaba ayudar a la gente, independientemente de quién era el beneficiario.

“Era cariñoso y amable con todos los que lo rodeaban y siempre estaba interesado en ayudar a los demás”, subrayó Batul, recalcando que “servir a las personas” era de gran importancia para él.

Musavi vivió una vida sencilla y estaba lleno de un enorme conocimiento y amor para difundir y creía que esa era su “verdadera riqueza”, señalaron sus familiares.

“Mi padre levantaba la moral de todos los que lo rodeaban. Dondequiera que fuera, compartía su conocimiento sobre la misericordia y el amor divino”, destacó su hija.

“Era una persona modesta, nunca detrás de actividades materialistas”, remarcó.

Un padre amoroso, hombre de familia

A pesar de ser la principal figura de la Resistencia en El Líbano, como secretario general de Hezbolá, Musavi siempre tuvo tiempo para su familia y cumplió perfectamente con su papel como padre, sostuvo Batul.

“Mi padre siempre se aseguraba de que pasáramos tiempo de calidad juntos, jugaba con nosotros, nos llevaba de pícnic y nos ofrecía valiosos consejos sobre todos los asuntos”, dijo.

“Él nos enseñó que la religión es una forma de vida para enseñarte a amar y hacer el bien al mundo. Aprendí mucho de mi padre, aprendí a amar y sacrificarme. Me enseñó que debemos permanecer firmes frente a los obstáculos y las dificultades”, añadió.

Según su hija, el exlíder de Hezbolá era una “persona de buen corazón” y enseñó a todos que los valores humanos forman la esencia del pensamiento islámico chií al que pertenecía.

“Él es un modelo a seguir no solo para mí, sino para muchos otros como yo. Él me enseñó cómo ser un ser humano verdadero y desinteresado. Me aseguraré de predicar y practicar su legado”, acentuó.

Respeto a las mujeres

Batul dijo a Press TV que su padre también era un esposo y padre cariñoso.

“Tenía un tremendo respeto por mi madre y creía que una mujer es un ser humano, una madre y alguien que debe ser activa en la sociedad. Ella era maestra y mi padre la apoyaba todo el tiempo”, reseñó.

Batul comentó además que su padre creía que una mujer disfruta de un alto estatus en el Islam y el Corán, y merece un alto grado de respeto.

“Él alentaba a mi madre a estudiar, a estar activa y a buscar lo que ama y cree que es correcto. Su relación fue realmente especial. Fue una relación saludable llena de amor mutuo, respeto y apoyo”, dijo.

Batul ya es maestra y activista social en El Líbano, y tiene una hija a la que quiere criar con los mismos valores.

“Yo, como mujer, soy lo que hoy soy, gracias a él”, precisó rindiendo homenaje al “padre y líder” en el 31.º aniversario de su martirio.

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Hiba Morad es una académica y analista política que reside en Teherán (capital iraní) y actualmente está cursando el doctorado en lingüística en la Universidad de Teherán.

HispanTV

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