El Salvador. Economía en desaceleración para 2023

Por Irma Cantizzano, Resumen Latinoamericano, 16 de diciembre de 2022.  

La CEPAL proyecta que el país crecerá 1.6 % en 2023, de ser así, volvería a tasas registradas en 2014. La entidad ve una mejora en materia fiscal y señala que la recompra de bonos ayudaría a la calificación del país.

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) presentó ayer su informe de perspectiva económica del cierre del año y sus proyecciones para 2023, y aunque el reporte es levemente más optimista para las cifras de 2022; la sombra de la desaceleración ya está de cara al próximo año.

“Luego del dinamismo mostrado en el primer semestre de 2022, la actividad económica de la región se ha desacelerado”, esto implica “el agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021”, explicó la Comisión.

El Salvador no se escapa a la tendencia, y quedaría nuevamente rezagado según sus pares centroamericanos.

“El paciente se puede sentir muy bien pero no está bien, no podemos comparar porqué no seguimos creciendo como en 2021… En el 2023 estamos volviendo a la normalidad y no nos gusta”.

José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL.

Para este 2022, la CEPAL incrementó en 10 puntos base, la proyección de crecimiento del país, al dato que ya había dado en agosto. Según sus cálculos, el producto interno bruto (PIB) subiría este año un 2.6 %. Este es un pronóstico, levemente menor a lo estimado por el Banco Central de Reserva (BCR) que señaló que cerraría en 2.8 %. Aún así, El Salvador será el país de Centroamérica que menos crecerá este año.

Aunque, la CEPAL estima que ese crecimiento de 2.6% “está dentro del promedio de las últimas décadas, responde a las condiciones económicas complejas que prevalecen en el mundo, como la aceleración de la inflación, las políticas monetarias más restrictivas y la desaceleración económica de los principales socios comerciales”.

En los última década el crecimiento económico del país, rondó entre el 1.7 % y el 2.4 % (exceptuando los años de la crisis y el rebote de 2021).

Para el próximo año, las proyecciones en lugar de mejorar empeoraron, y para el caso salvadoreño, la CEPAL espera que el crecimiento sea de 1.6 %, 10 puntos base menos que la proyección de agosto.

Esto implicaría volver a las tasas de crecimiento de 2014.

¿Por qué bajo crecimiento?

Según el secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, se viene un año difícil, las economías como China, está creciendo a las tasas más bajas en 40 años; mientras que Estados Unidos, su crecimiento no llegaría el próximo año ni al 1 %.

“Lo que pasó en 2020, fue una especie de ataque cardiaco que nos dio, después de ese ataque el organismo está problematizado, tiene un síndrome de todo, un síndrome de poco espacio fiscal, de inflación… Ese crecimiento de 2021 fue algo extraordinario, no es normal. Es como cuando después de una gravedad se quita el dolor, el paciente se puede sentir muy bien pero no está bien, no podemos comparar porqué no seguimos creciendo como en 2021… En el 2023 estamos volviendo a la normalidad y no nos gusta”, ejemplifica.

Para ello retomar la senda del crecimiento hay que trabajar duro, ya que “las cosas podrían ser peores”.

En el caso concreto de El Salvador, la CEPAL explica que la actividad económica ha estado impulsada por el crédito y el consumo y que ha estado favorecido por el flujo significativo de remesas, así como las exportaciones de bienes y los ingresos por turismo.

Pero, para “impulsar el crecimiento y alcanzar mayores tasas, El Salvador necesita promover estrategias de desarrollo productivo que permitan incrementar la productividad y el valor agregado, impulsar la inversión pública y privada, fortalecer la integración económica regional, entre otras estrategias”.

Mejora fiscal

Por otra parte la CEPAL, considera que ha existido una mejora en materia de deuda, ya que esta ha tenido una disminución. “La deuda total del Sistema público no financiero a agosto era de $23,990 millones, equivalente al 75.4 % del PIB, menor en 5.6 puntos porcentuales con relación al cierre de 2021”, señala.

Y además proyecta que la gestión de pasivos, por medio de la recompra de bonos que hizo el país en septiembre y noviembre pasado, implicó un ahorro que de unos $288 millones y podría beneficiar la imagen del país ante los inversionistas.

“Esta estrategia financiera de gestión de pasivos permitirá al país reducir algunos costos relacionados con el pago de intereses, manda señales a los inversionistas de la capacidad de pago, puede mejorar la calificación de riesgo del país y contratar financiamiento externo en mejores condiciones para equilibrar la situación financiera del país”, detalló la entidad a LA PRENSA GRÁFICA.

“Si algo han mostrado (las remesas) en esta cascada de crisis es resiliencia, y en general han mantenido un nivel de flujo muy importante que ha tenido un impacto muy positivo en muchos países”.

Ricardo Titelman, director Ejecutivo de la CEPAL.

Hasta el 13 de diciembre el Indicador de Riesgo de Mercados Emergentes (EMBI) para El salvador rondaba los 19.12 % y se mantiene como el tercero más alto de América Latina.

¿Cómo estará la región?

Para América Latina la proyección del crecimiento es de 1.3 año, para el caso de Centroamérica será de 3.0 %.

“Para las economías de Centroamérica, el bajo dinamismo de los Estados Unidos, principal socio comercial y primera fuente de remesas hacia los países de la subregión, afectará tanto al sector externo como al consumo privado”, detalla la entidad. Aunque Ricardo Titelman, director ejecutivo de la CEPAL, recordó la resiliencia que han tenido las remesas.

“Si algo han mostrado en esta cascada de crisis es resiliencia, y en general han mantenido un nivel de flujo muy importante que ha tenido un impacto muy positivo en muchos países”, dijo.

Salazar-Xirinachs, agregó que para Centroamérica, algunos sectores dinámicos pueden hacer la gran diferencia.

También, señaló la fortaleza que confiere a la región el comercio intrarregional, que destacó que es más fuerte que el existente entre los países del Mercosur o de la región Andina.

Asimismo, agregó que sería necesaria, una reconfiguración de las cadenas de valor. “Esta reconfiguración no es solo conversación académica, está pasando.. están invirtiendo en lugares para traerse facilidades productivas”, dijo.

La región, para el secretario, tiene facilidades por tener un Tratado de Libre comercio con Estados Unidos, por la cercanía y el talento humano.

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