Bolivia. Macusaya cuestiona que Choquehuanca no contribuya a la resignificación de la identidad indígena

Por Daniel Guitierrez y Andrea Condori, Resumen Latinoamericano, 22 de junio de 2024.

“Él decía en 2022 que 40 días y 40 noches antes de Año Nuevo Aymara no se bebía alcohol y no se tenía sexo. Él es de Huarina” y eso no ocurre, dijo Carlos Macusaya en alusión a David Choquehuanca.

El escritor y ensayista alteño Carlos Macusaya aludió al vicepresidente y presidente nato de la Asamblea Legislativa, David Choquehuanca, de no contribuir a la resignificación de la identidad indígena.

Cuestionó de él, por ejemplo, declaraciones que, en su criterio, son una farsa y que no ayudan a fortalecer la identidad indígena. Además, lo tildó de promover una visión estereotipada y superficial de esa identidad, que “distorsiona” el verdadero proceso de cambio en Bolivia, reduciendo su historia de lucha a referencias místicas.

“Él decía en 2022 que 40 días y 40 noches antes de Año Nuevo Aymara no se bebía alcohol y no se tenía sexo. Él es de Huarina (…) Es una región donde el adventismo ha tenido mucha fuerza”, criticó en el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.

En junio de 2022, Choquehuanca recomendó “limpiar los cuerpos” a quienes visiten el templo de Tiwanaku. “40 días antes, hermanos, no carne; 40 días antes, no trago, ni una gota de alcohol; tenemos que limpiarnos; 40 días antes, no sexo, tenemos que prepararnos”, declaró.

La autoridad hizo esas declaraciones en el acto de lanzamiento del Año Nuevo Andino, Amazónico y Chaqueño “Wilka Kuti” 5530, en la plaza Murillo de la ciudad de La Paz.

Macusaya lamentó que esta visión superficial deja de lado los verdaderos procesos históricos y de lucha de los indígenas, recordando cómo los indianistas enfrentaron agresiones y discriminación en su lucha por el reconocimiento.

Además, el investigador cuestionó la ausencia de legisladores o funcionarios del Órgano Ejecutivo que promuevan esa resignificación identitaria. “Necesitamos actores que estén a la altura de poder resignificar a un indígena, no solo desde lo simbólico, sino desde las acciones prácticas”, afirmó.

En las últimas semanas, los actos de Choquehuanca, en su rol de presidente de la Asamblea Legislativa, han sido blanco de cuestionamientos. Frente al bloqueo legislativo y rezago de las elecciones judiciales en el primer órgano del Estado, el vicepresidente no fue capaz de manifestarse o convocar una sesión inmediata y, antes del 6 de junio, solo convocó a sesión del pleno de la Asamblea en dos ocasiones.

“Con ese tipo de acciones la imagen del indígena sigue reproduciéndose como un tipo que no tiene la capacidad de dirigir por ejemplo la Asamblea”, criticó Macusaya.

De ese modo, reclamó las acciones del segundo hombre del Estado. “¿Qué indígena destaca?  ¿Quién puede decir qué brillante ese indígena del Parlamento o en el ministerio? No hay nadie”, cuestionó. 

Asimismo, apuntó a Choquehuanca de no ser un apoyo para el presidente Luis Arce. “Cuando lo atacan a Arce, Choquehuanca es un ratón en su ratonera mientras los gatos están dando vueltas en la cocina”, indicó.

“Yo recuerdo que. cuando a Evo Morales lo atacaba la oposición, Morales no respondía. El que salía a dar lanzas era Álvaro García Linera”, dijo.

Por otro lado, Macusaya remarcó que el “gran líder histórico” del proceso de cambio no fue solo Morales, sino también García Linera. “Nunca fue el solo, siempre era la dupla Evo-Álvaro (…) Álvaro siempre estaba ahí defendiéndolo, dando pecho por él”. 

Consideró que el proceso de resignificación de la identidad indígena tiene antecedentes en las luchas anteriores al llamado proceso de cambio impuesto por el Movimiento Al Socialismo (MAS) y Morales.

Las luchas comenzaron en las universidades y en algunos cuadros como Quispe. “Los indianistas eran pateados en la universidad, eran escupidos por su wiphala y alguien te sale con un discurso sobre la ancestralidad de la wiphala. Y se salta el hecho para que hoy agarren la wiphala tuvieron que ser pateados y escupidos”, enfatizó.

Subrayó que la politización y educación de jóvenes indígenas, que luego regresaron a sus comunidades para movilizar a su pueblo, fue fundamental para el ascenso de Morales a la presidencia.

Además, indicó que se debe reconsiderar la forma en que se representa y se entiende la identidad indígena dentro del MAS y en la política boliviana en general. “Yo pienso que (debe) tomarse con seriedad a los indígenas”, remarcó.

El análisis de Macusaya fue expuesto en el debate sobre la importancia del Año Nuevo Aymara, del que también participó la documentalista y cineasta Verónica Córdova.

FUENTE: laRazón

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